Convocatoria a Jornadas de Estudio
24 y 25 de setiembre de 2015
París
Organización y coordinación científica: Lissell Quiroz (Université de Rouen) y Mónica
Cárdenas (EA 3656 Ameriber)
Los
ideales de progreso y modernidad impulsados por la Ilustración dieron origen,
en paralelo, a dos procesos aparentemente antagónicos. Por un lado, el discurso
ilustrado vehicula una visión esencialista de los sexos que relega a las
mujeres a su rol de madres y al espacio doméstico. Al mismo tiempo, la difusión
del imaginario político moderno y del liberalismo conduce a la implicación de
las mujeres, que se beneficiaron de los progresos de la educación y de la
modernización económica de la sociedad, en el espacio público. Estas ideas llegan
a América latina desde finales del siglo XVIII y se imponen en tiempos de las
revoluciones y de la formación de las nuevas repúblicas. El Perú, tomando en
cuenta sus particularidades, no escapa a este modelo.
Durante
las primeras décadas del siglo XX, vemos surgir las primeras organizaciones
feministas que defienden el derecho de las mujeres a la educación, al trabajo y
a la obtención de algunos derechos civiles; sin que esto haya significado su
liberación de rasgos que le eran atribuidos como propios o naturales, tales
como, la sentimentalidad, la abnegación o la religiosidad. En lo que concierne
a la segunda mitad del siglo XX, este periodo está marcado por la obtención del
derecho al voto de las mujeres y de formas de acción política más abiertas que
llevan a cabo una reflexión sobre la problemática de género.
Así, esta
reflexión fue introducida en las discusiones políticas y artísticas de América
Latina desde hace más de treinta años y ha logrado introducir una nueva mirada
acerca de la historia de las mujeres y de la construcción de las relaciones
sociales entre los sexos. En el Perú, el trabajo pionero de Maruja Barrig,
Cecilia Blondet, Narda Henríquez, María Emma Mannarelli o Patricia Oliart,
entre otras, abrió un campo de investigación que se ha ido ampliando a lo largo
de las últimas décadas. Este desarrollo de la investigación sobre las mujeres y
el género responde a una situación histórica particular. En un contexto de
acentuación de las tensiones sociales que desembocaron en el conflicto armado
interno más mortal de la historia del Perú contemporáneo, estas universitarias,
que en su mayoría habían integrado las agrupaciones políticas de izquierda,
pusieron en evidencia la necesidad de distanciarse de la militancia y se consagraron
a la conceptualización y a la articulación entre teoría y praxis. Sus investigaciones,
valiosas gracias a un trabajo de campo importante y comprometido, han puesto de
relieve las deficiencias de la sociedad peruana respecto a la igualdad de
derechos y a las condiciones de vida de las mujeres. Estos estudios han
mostrado que las categorías y las representaciones sobre lo masculino y lo
femenino, así como las relaciones de género, son variables diacrónicamente y
que, por lo tanto, poseen una historia.
Las
décadas de 1980 y 1990 trastornan la estructura política y social del país.
Entre el fin de los años 1980 y el inicio de la década siguiente, el Perú vive
los momentos más sombríos de su historia contemporánea. A la crisis política e
institucional se le suma la crisis económica y social. En este contexto de
violencia que golpea el país, en medio de una política represiva y autoritaria
instaurada por el gobierno de Fujimori, el campo de los estudios de género se
propaga y se abre hacia nuevos horizontes. Por lo dicho, es fácil imaginar que
la atención se centra ahora en las zonas marginales, es decir, en las
poblaciones excluidas que han sido las principales víctimas del conflicto
interno. De este modo, la cuestión de la “etnicidad” irrumpe en el debate
intelectual e introduce el concepto de interseccionalidad. El cuerpo y la sexualidad
son, del mismo modo, problematizados a través del prisma de género.
Paralelamente, el tema de la memoria y de la justicia transitoria en el caso de
las mujeres siguen provocando reflexiones e investigaciones de toda actualidad.
Estas jornadas
de estudio desean poner de relieve el/los movimiento(s) femenino(s). Si bien es
cierto que no es necesario demostrar que las mujeres tienen una historia
propia, ellas aparecen aún relacionadas a ciertas nociones de pasividad e
inmutabilidad. Sobre la base del concepto de movimiento, queremos analizar las
múltiples formas y la complejidad de la acción y la actuación femeninas. ¿Cuáles son las formas de este/estos movimiento(s)
femenino(s)? ¿Cómo se expresan de acuerdo al espacio geográfico y cómo han
evolucionado en el tiempo? La política y la literatura (el arte, en general)
son los discursos más representativos de este movimiento contante y regular que
queremos analizar.
Abrimos
la reflexión sobre los movimientos de mujeres a nivel político: ¿Cómo han
evolucionado ideológicamente y en la praxis? ¿Cuál es el rol de la mujer en el
espacio público (organizaciones, ONGs, partidos políticos, Estado)? ¿Por qué y
cómo se han desplazado en los periodos de crisis? ¿Existen guetos femeninos en
la sociedad peruana? ¿Cómo y en qué condiciones han sobrevivido a la guerra?
Por otro lado, en lo que concierne a la literatura, proponemos analizar los
diferentes lenguajes e ideologías desplegados para la representación de la
mujer y de la problemática femenina: ¿Cómo ha evolucionado la escritora?
¿Cuáles son las estrategias que se han establecido en la ficción para escapar
al control patriarcal? ¿Bajo qué formas del lenguaje se narran las historias de
mujeres?
Proponemos
cinco ejes temáticos acerca del la misma problemática que podrán ser analizados
gracias a los estudios de género desarrollados después de los aportes de Simone
de Beauvoir, pero también gracias a las aproximaciones desde los derechos
políticos (Williams Crenshaw), el análisis discursivo y la lingüística
(Kristeva, Cixous), los estudios psicoanalíticos y sociológicos (Lipovetsky).
Nos parece, de igual manera, importante tomar en cuenta las reflexiones de la
tradición latinoamericana al respecto (Monsivais, Kirkwood, Barrig) sin olvidar
desde luego los aportes de las teorías postfeministas sobre la problemática
(Butler, Preciado).
Ejes temáticos:
Eje 1: Mujeres
y desplazamientos geográficos
Eje 2: Las
peruanas en los movimientos intelectuales y artísticos
Eje 3: De la domus a la polis: la mujer a la
conquista del espacio público
Eje 4:
Mujeres, memoria y violencia
Eje 5: El
cuerpo, entre sumisión y liberación
Eje 1: Mujeres y desplazamientos geográficos
Contrariamente
a las ideas recibidas por parte de la historia tradicional, las mujeres no son
seres sedentarios y marcados por el sello de la inmovilidad. Ellas promueven
más bien una movilidad propia, en muchos casos diferente a la de los hombres.
Nos ocuparemos aquí de este fenómeno a partir del siglo XIX. Este siglo está
marcado por revoluciones y guerras, las mujeres de los soldados -las rabonas- los
acompañan en sus desplazamientos. En el campo, el trabajo agrícola y el
circuito comercial, así como la geografía compleja, imponen hasta hoy en día el
desplazamiento regular de las campesinas. El movimiento geográfico no es menos
importante en las ciudades, espacios construidos por una lógica antropocéntrica,
que condicionan los desplazamientos de las mujeres en el tejido urbano.
Más
tarde, a partir de los años 1950, las oleadas de migrantes rurales se dirigen
hacia las ciudades. Los estudios sociológicos (Degregori, Blondet) muestran el
lugar central ocupado por las mujeres en las invasiones de terrenos, así como,
en la organización política y social de los pueblos jóvenes. Durante el
conflicto interno, las migraciones se intensificaron y han tomado otras formas
como los desplazamientos forzados y la huída. Recientemente, movimientos
inversos, de regreso temporal o definitivo a la región natal, se producen y nos
permiten cuestionarnos acerca del sentido y la especificidad de las migraciones
en el caso de las mujeres.
Eje 2: Las peruanas en los movimientos intelectuales
y artísticos
La
modernización del Perú durante el gobierno de Ramón Castilla trae como
consecuencia la integración de las mujeres al proyecto educativo nacional.
Ellas se convierten en las garantes de la civilidad, ya que muchas ocupan el
rol de maestras en las escuelas primarias y en los liceos para señoritas. Esta
función de educadoras se proyecta también en los hogares. El arquetipo de la
mujer casada burguesa, según los artículos sobre la moralidad que se difunden en
la época, supone una mujer de actitud pasiva, conciencia religiosa y abnegación
hacia los otros, principalmente, en sus roles de esposa y madre. En este
contexto ideológico, se desarrolla la primera generación de mujeres de letras
formada, entre otras, por: Teresa González de Fanning, Carolina Freyre de
Jaimes, Mercedes Cabello de Carbonera, Margarita Práxedes Muñoz, Clorinda Matto
de Turner, Manuela Villarán de Plascencia, María Nieves Bustamante.
¿Ha
habido continuidad en la escritura de mujeres? ¿Cuál es la relación entre
periodismo y literatura de ficción en la obra de estas escritoras? ¿Cuáles han
sido las estrategias de subversión del discurso impuesto por las instituciones
artísticas y literarias de la época? Por otro lado, la vanguardia fue también
un periodo de apertura y de exploración significativa en el Perú, ya que
corresponde al desarrollo del indigenismo. Dentro de sus artistas más
importantes encontramos la obra de Julia Codesido.
Eje 3: De la domus
a la polis: la mujer a la conquista del espacio público
El
crecimiento del acceso a la educación durante el siglo XIX revoluciona la historia
de las mujeres. Por primera vez en la historia del Perú, cada vez un número más
importante de ellas conquista una autonomía y abandona el espacio doméstico.
Este es el caso de varias escritoras de la generación de 1870 que, como
Clorinda Matto de Tuner, se convierten en personas influyentes en el mundo
intelectual, incluso fuera de las fronteras peruanas.
Otras muchas, como las maestras o aquellas que logran
hacerse de una carrera universitaria, afirman su saber a nivel teórico y práctico.
De esta manera, las comadronas se afirman como las especialistas de la
obstetricia del siglo XIX y rivalizan en esta área contra los médicos de la
época. Paralelamente, la lucha por la igualdad de los derechos -comenzando por
el derecho a la educación- se expande. El cambio de siglo es testigo del
nacimiento del movimiento feminista que tiene como una de sus primeras
activistas a María Jesús Alvarado. Este es solo el primer momento de
organización feminista al que le seguirán otros más.
Eje 4: Mujeres, memoria y violencia
Al lado
de este movimiento político próximo al de otros países occidentales y que
conciernen sobre todo a las clases medias y acomodadas, existen otras formas de
movilización política como la de los comités de madres de familia o las mujeres
que toman las armas (guerrilleras, por un lado, e integrantes de las rondas
campesinas, por el otro).
El
conflicto armado interno afectó profundamente a las mujeres de las regiones
donde éste tuvo consecuencias más drásticas y aún su impacto sobre estas
poblaciones no se ha evaluado y medido lo suficiente, ya que el trabajo de
construcción de una memoria colectiva y pacificadora está por realizar. Ahora
bien, como lo advierte la Comisión de la verdad y de la reconciliación, las
mujeres se han encontrado en el cruce de dos caminos: víctimas directas de la
violencia -sobre todo sexual- de los grupos subversivos y del Estado. De otro
lado, frecuentemente en tanto sobrevivientes de la violencia, son quienes
padecen los estigmas de la guerra: la pérdida de sus maridos, de sus hijos o
padres, embarazos producto de una violación, desplazamientos forzados, pobreza.
Pero las protagonistas de este conflicto no son solamente víctimas. Como lo
demuestran los trabajos recientes (Boutron), la violencia no es exclusivamente
masculina, ella concierne también a las mujeres que decidieron tomar las armas.
Eje 5: El cuerpo, entre sumisión y liberación
En
la literatura, la representación del cuerpo y del erotismo está
frecuentemente ligada a las
problemáticas femeninas. El deseo y la sensibilidad femeninas han sido materia
de cuestionamientos a lo largo de la tradición literaria peruana. Resulta
interesante, en esta oportunidad, poder analizar los lenguajes creados por las
escritoras sobre dichas temáticas. La poesía ha sido la forma más
utilizada para esta exploración. Desde Blanca Varela, han habido y hay una
cantidad importante de notables poetas como María Emilia Cornejo, Carmen Ollé, Mariela Dreyfus,
Rocío Silva Santistevan, y en una generación más reciente: Virginia Benavides,
Victoria Guerrero, Cecilia Podestá, Andrea Cabel, Gabriela Wiener. Muchas de
ellas, y otras como Pilar Dughi, Laura Riesco, Giovana Pollarolo y Claudia
Salazar, han explorado con éxito también la prosa.
En
general, estas jornadas de estudio pretender abrir el debate y la reflexión sobre
el lugar del cuerpo femenino en la construcción de la identidad de la mujer
peruana contemporánea.
Envío de propuestas:
Las propuestas
de ponencias (cada una de ellas tendrá un tiempo de lectura o exposición de 20
minutos), en español o en francés, se deberán enviar a las direcciones
electrónicas de las coordinadoras: lissell.quiroz-perez@univ-rouen.fr y moncardenas@gmail.com
Estos
resúmenes deben comprender: nombres, universidad, función, dirección
electrónica, eje en el que se inscribe el trabajo, título y un resumen de 500
palabras, así como, una bibliografía referencial.
Calendario:
Fecha límite
de envío de proposiciones: lunes 13 de
abril de 2015
Notificación
de aceptación: lunes 27 de abril de 2015
Publicación
del programa: 15 de mayo de 2015
Las lenguas de comunicación son el español y el
francés.
Invitada:
Claudia Salazar Jiménez (Sarah Lawrence College,
New York) autora de La sangre de la
aurora (Lima, Animal de Invierno, 2013) y ganadora del Premio de las
Américas en 2014
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