dimanche 30 décembre 2012

¿Año nuevo, vida nueva?


Decía Chocano que quien vive de prisa no vive de veras, pero creo que se equivocaba. En particular, las mujeres (quienes más hemos cambiado en los últimos siglos) vivimos no solamente más años, sino mucho más de prisa. Tanto que tengo la impresión de que podemos tener muchas vidas. ¿Cuántas vidas de mujer decimonónica están contenidas en una de mujer actual? ¿Cuántos trabajos, oficios, proyectos, amores, etc. vamos acumulando?, ¿de cuántas historias podemos hoy ser protagonistas?
Ya que estos días finales del año nos volvemos aficionados a los balances, a contabilizar, a preguntarnos por nuestras cifras: ¿cuántos hijos tenemos?, ¿cuántos libros hemos escrito?, ¿cuántas personas nos son imprescindibles?, por qué también no nos preguntamos: ¿cuántas vidas podríamos vivir?, o ¿cuántas hemos vivido? Yo siento haber vivido dos. La primera en Lima y la segunda, aquí, en Burdeos. Esta que empezó hace poco más de cinco años, hoy parece estar llegando a su fin, le quedan, en todo caso, solo algunos meses más. ¿Qué vendrá después?, como: ¿qué me pasará en este 2013?, no lo sé y diría que en realidad me gusta no saberlo. Solo sé que muy probablemente inicie una tercera.
La tradición cristiana enseña que la vida es un estrecho sendero lleno de pruebas y dificultades, yo prefiero pensar que la vida es como el mar al que no tenemos que entrar, sino más bien que entregarnos dejando que nos envuelva. Esto no es fácil, claro, hay que prepararse y protegerse contra las embestidas, contra la marea alta, contra el mal tiempo; no es fácil, solo vamos aprendiendo.
Este también es mi deseo para todas las personas que quiero: mi familia allende el Atlántico, mis amigos compañeros de ruta, todos los que llenan mis pensamientos e imaginación con sus palabras y gestos, con parte de sí mismos: que hagamos de los caminos de la vida, corrientes; que no temamos a las bifurcaciones, a nuevas corrientes de aguas frías, porque estas traen alimento nuevo; y que sobre todo sigan habiendo recodos y refugios donde descansar y seguir encontrándonos.

1 commentaire:

  1. Yo siento lo mismo, con lo de las dos vidas y me estimula pensar en las que vendrán. Incluso cuando volvamos, no será retomar la primera, será una tercera... y las que vendrán, como bien tú dices. Un abrazo, Mónica.

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